Cambiar un Iphone por un Android; lo bueno, lo malo
y lo feo
Para
aquellos que por años disfrutaron de escuchar constantemente música en un
iPhone, el 9 de septiembre del 2016 fue un día que recordarán, pero no por
buenos motivos. Aunque la presentación de Apple esa mañana se centró sobre el
iPhone 7, lo que muchos recordarán fue el anuncio de que el teléfono ya no
tendría un puerto para audífonos. La elección de Apple de apostar por los
audífonos inalámbricos inició una nueva tendencia, y consolidó un futuro sin dispositivos
conectados con un cable para el iPhone.
Esta
nueva estrategia de eliminar puertos de conexión fue evidente también en sus
computadoras portátiles, donde pudimos ver cómo las opciones de conectividad se
han ido evaporando, desde puertos enfocados en audio como Firewire (que
interactúa con equipos de estudio de grabación) hasta opciones universales como
salidas HDMI, Ethernet e incluso puertos para enchufes.
Con
cada decisión, parecía que Apple básicamente estaba diciendo: “Somos Apple, así
que acostúmbrate. ¿A dónde más vas a ir? Eres uno de nosotros”. Pero la respuesta
de algunos fue: “Me voy a la competencia. Es hora de cambiar a Android”. Eso
fue justamente lo que decidió hacer nuestro colega Ryan Waniata del equipo de
Digital Trends (en inglés), y nos contó su experiencia.
DANDO EL SALTO
La
transición no ocurrió de inmediato. Además del costo de un teléfono nuevo, las
aguas tibias y perezosas de la procrastinación me dieron tiempo para reflexionar.
Pero, a medida que más teléfonos Android siguieron el ejemplo y cortaron el
conector, me vi obligado a decidir. En última instancia, un LG V30 llegó a mis
manos, y si algún teléfono pudiera suplantar a mi fiel iPhone, esta belleza de
cristal con componentes de audio de alta gama parecía la opción perfecta.
La
configuración no fue tan difícil como lo esperaba, y Google fue de mucha ayuda.
Android hace que sea sencillo hacer copias de seguridad del iPhone en la nube
de Google, que están perfectamente alineadas con muchos otros productos como
Gmail, Google Drive y Hangouts. Google Maps siempre ha sido mejor que Apple
Maps, y la gran variedad de otras aplicaciones disponibles ayudó a llenar los
vacíos rápidamente.
ADAPTÁNDOME AL CAMBIO
Una de las mayores
dificultades fue abandonar iMessage, en el que virtualmente cada seguidor de
Apple está profundamente involucrado. Aunque Hangouts es un gran reemplazo,
especialmente en una computadora, cuando se trata de enviar mensajes de texto,
no se compara. Los mensajes con imágenes y los videos vienen en forma de
descargas, lo que demora más y lo hace un tanto complicado.
Al
sistema de notificación también toma un tiempo acostumbrarse, como darse cuenta
de que se puede hacer doble clic en la pantalla de bloqueo para ver los últimos
mensajes, y tratar de interpretar la miríada de iconos en la barra de
información superior.
Por
ejemplo, muchos íconos de aplicaciones, desde Slack hasta Gmail, no muestran un
conteo de mensajes en la pantalla. Se supone que esto podría cambiar con
Android Oreo, pero ese es otro problema para algunos teléfonos, porque Android
no actualiza todo a la vez.
EL PODER DE LA
ELECCIÓN
Una de las mayores ventajas de ir a Android, sin
embargo, es mucho más básica: Elección. Existen docenas de teléfonos Android,
muchos de los cuales vienen con sus propias especialidades, funciones, y
sorprendentes diseños que rivalizan con casi cualquier cosa incluida en un
iPhone. Y mientras que algunos dispositivos y aplicaciones son solo para iOS,
Android ofrece una gran variedad de aplicaciones fuera del ecosistema de Apple,
muchas de las cuales brindan un gran control y personalización.
CONCLUSIÓN
La inclinación de Apple por eliminar importantes
funciones y características, a medida que agrega otras nuevas, es desafortunada
y, en algunos casos, inexplicable. Si eres de aquellos que prefieren audífonos
tradicionales, que estás molesto por la necesidad de múltiples adaptadores, o
simplemente que no puedes -o no quieres- gastar dinero extra en auriculares
inalámbricos, eres parte de un equipo que demuestra que aún existe la necesidad
de esas simples opciones de conexión. Y con cada movimiento para eliminar estas
características, Apple básicamente demuestra que la decisión de una compañía de
matar cierta tecnología nos afecta a todos. Muchos piensan que no se trata de
valor o innovación, sino que se trata de vender AirPods de $150 dólares, o de
un adaptador o dongle que, eventualmente, se va a romper.
En conclusión, dar el salto hacia este nuevo
territorio viene con ciertas molestias, pero también una oportunidad de
contemplar nuevos y emocionantes horizontes. Aún así, puede ser que algunas de
las personas que decidan hacer el cambio hacia Android, probablemente extrañen
su iPhone hasta que se acostumbren a su nuevo teléfono.
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